La inclusión social de la personas neurodiversas requiere de un cambio de mirada. Inclusión no significa que las personas con diversidad se acostumbren a nuestras normas, nuestros códigos y aprendan a vivir en un mundo que ni siquiera intenta conocer qué dificultades se encuentran en el camino. Inclusión, a todos los niveles implica aceptación de la diferencia, convivencia, equidad y respeto, lo que nos lleva sin duda a conocer en profundidad a la persona, analizar qué barreras se encuentra y proporcionar los apoyos para evitarlas. Las investigaciones, los avances científicos y la evidencia sobre la práctica nos llevan a incorporar métodos de trabajo que tengan en cuenta esta necesidad. Una metodología que nos parece interesante y muy positiva para personas con autismo es el método TEACCH, desarrollado en California en la década de los 70, basada en la cultura del autismo y con amplia evidencia positiva. Si quieres ampliar información en el blog del colegio tienes un resumen, propuestas para elaborar materiales y enlaces. 

Como escribió Theo Peeters: "Tenemos que aprender a ver el mundo a través de los ojos de una persona con autísmo y cuando seamos capaces de comprender porque la vida les resulta tan difícil, podremos mover obstáculos y desarrollar respeto por los esfuerzos que hacen para sobrevivir entre nosotros"