En las pasadas vacaciones de Semana Santa el grupo de Ocio Autónomo ha dado no un paso gigante, sino cientos de pasitos, ya que se transformaron por cinco días en peregrinos y peregrinas para llegar a Santiago.

Comenzamos el Camino en Melide, pasando por Arzúa, Pedrouzo, Monte Do Gozo y finalmente Santiago. Algunas de las etapas han sido duras, pero con la paciencia del grupo, las ganas y el entusiasmo por llegar a Santiago nos hemos desenvuelto como peces en el agua, o mejor dicho, como peregrinos en los senderos.

Ha sido un viaje donde hemos convivido como grupo y con otras personas, hemos conocido gente, pero sobre todo, nos hemos puesto a prueba, rebasando nuestras propias barreras y comprobando que si se quiere, se puede.

Lo triste es que no teníamos tiempo para realizarlo entero, desde nuestras localidades de residencia, pero ya surgieron planes y propuestas para realizar las etapas que nos quedan en distintos fines de semana, por lo que aún no hemos tirado la capa de peregrinos, solo está descansando, dentro de poco volveremos a las andadas.