Este es el tercer año del franquino Alejandro Fernández en el equipo de voluntariado de Fundación Edes. Se inició con tan sólo 16 años y ahora, a punto de cumplir los 20, hace un balance positivo de una experiencia que le ha enseñado a tener una visión más crítica de la vida.

-¿Qué te aporta el voluntariado?
Pues, aunque parezca egoísta decirlo, satisfacción personal y también la posibilidad de realizar un trabajo que beneficia a otra persona. Además influyó en que al final me decidiera a estudiar Trabajo Social.

-¿En qué te ha cambiado la experiencia?
Cambia tu visión de la realidad, te hace ser más crítico porque ves cosas que no te gustan como por ejemplo la forma en la que a veces la gente trata a las personas con discapacidad.

-¿Has notado rechazo?
Es lo que más impacta y a la vez te sirve de estímulo para seguir. Parece sorprendente que siga ocurriendo, sobre
todo en espacios públicos, ya sea para sacar la entrada al cine o en el autobús. Aunque son casos puntuales y también te encuentras con gente muy amable.

-¿Cómo se cambia eso?
El fundamento es la educación, tanto en casa como en los centros educativos. La intolerancia hace daño a los colectivos con más dificultades. Por eso que cuando se habla de una sociedad avanzada yo no lo veo tan claro… Me parece triste tener que seguir luchando por la normalización de la discapacidad porque es algo que debería estar superado. Fundación Edes ha conseguido muchos avances, de hecho el voluntariado tiene como uno de los objetivos lograr esa normalización.
El voluntariado de Edes funciona.

-¿Cuesta compaginar el voluntariado con los estudios y la vida personal?
Es complicado, pero si te involucras de verdad siempre encuentras tiempo. Si quieres, puedes.

-¿Qué te dicen tus amigos o conocidos cuando les hablas de tu actividad como voluntario?
Te dicen ‘qué bien’. Pero eso no significa nada, significa cuando dices: ‘"Este fin de semana no puedo quedar con
vosotros porque tengo una actividad de ocio en Edes"’. A veces no lo entienden, creen o que pierdo el tiempo o que me sobra.