Atención Integral Centrada en las Personas: Un Enfoque que valora la Singularidad
Publicado el 07-10-2024
La Atención Integral Centrada en las Personas (AICP) es un modelo de atención que pone a cada persona en el centro de todas las decisiones. Tener una discapacidad intelectual o un trastorno del desarrollo no define a una persona ni elimina su personalidad única. Al contrario, reconoce que cada persona, más allá de cualquier condición, tiene una identidad propia, con sueños, emociones y una manera particular de ver el mundo, que merecen ser valorados y respetados.
Este enfoque busca ofrecer una atención personalizada, empática y adaptada, con el objetivo de mejorar la calidad de vida. Persigue que quienes prestan apoyo; familia, profesionales y comunidad en general, escuchen y proporcionen un entorno comprensible, accesible e inclusivo.
Es fundamental que la información sea clara y sencilla, para que puedan entenderla, facilitando así que participen activamente en las decisiones que afectan sus vidas y su bienestar.
Entre las principales dificultades a las que se enfrentan las personas con discapacidad intelectual se encuentra el acceso limitado a la información y servicios, debido a problemas de comunicación o comprensión.
La AICP trabaja para eliminar estas barreras. Un ejemplo de esto es la adaptación del lenguaje, utilizando palabras sencillas o recurriendo a historias sociales o pictogramas, que explican y anticipan de manera visual un proceso o situación.
Otra barrera común es la falta de espacios en la comunidad accesibles, seguros y adaptados a sus necesidades. La AICP promueve la creación de entornos donde las todas personas puedan interactuar sin dificultades. De este modo, se construye una comunidad más inclusiva y respetuosa, donde su participación es valorada.
En definitiva, la AICP es un enfoque basado en el respeto a la dignidad y los derechos de todas las personas. Busca que quienes atienden en áreas como la salud, la educación, el empleo, el ocio, etc. ofrezcan información comprensible, para que las personas con discapacidad intelectual y sus familias tomen decisiones informadas, mejorando su calidad de vida y fomentando su autonomía.