El primer curso de Karina Teresa Riera en el colegio Edes no ha podido ser más positivo. Sus padres, Luis Fernando Riera y María Jesús Pulido, están encantados con su evolución y aseguran que, tras su paso por el centro, el carácter de esta joven de 14 años ha mejorado enormemente.
-¿Cómo entráis en contacto con Edes?
-Vivíamos en Madrid y al trasladarnos para aquí buscamos algo adaptado a sus necesidades. Veíamos que la niña tenía problemas y nadie la ayudaba. Lo pasaba muy mal por el rechazo de sus compañeros, por tener tanto que estudiar… así que teníamos claro que necesitaba un centro como Edes. Al llegar a la zona pasó un año en un colegio ordinario donde luchamos para que nos dejaran escolarizarla aquí.
-¿Qué balance hacéis del primer curso de Karina en Edes?
-Hemos visto un cambio radical. En todos los años de escolaridad en colegios ordinarios no habíamos visto tantos avances. De hecho, hemos podido quitarle por completo la medicación, algo que antes no era posible. Tampoco quería jugar y se pasaba las tardes en la habitación o el sofá y ahora eso no pasa. Desde que está aquí le ha cambiado el carácter, se la ve más cómoda y es mucho más feliz e independiente. Venir a Edes no solo le ha ayudado a ella, a nosotros también porque estamos más tranquilos al saber que va a aprender cosas en un sitio donde se siente a gusto. Era lo que queríamos, el bien de la niña.
-¿Qué le diríais a los padres que tienen dudas?
-Que no duden, que prueben a venir y que vean lo que es esto. Hace falta que Edes se dé más a conocer porque hay mucha gente que aún no lo conoce bien o tiene ideas equivocadas y negativas.
-¿Qué futuro queréis para Karina?
-Que se pueda defender por sí sola, que pueda ser lo más independiente posible