A lo largo del 2015 en el centro educativo centramos gran parte de nuestros esfuerzos en tareas aparentemente teóricas, como unificar criterios y pautas de actuación, establecer los fundamentos y bases que deberán guiar nuestra práctica o definir tareas diarias. En definitiva, a actualizar lo que llamamos Proyecto Educativo de Centro, una declaración de intenciones y mirada hacia el futuro que no estará completa hasta que no se comparta y se recojan las percepciones de las familias, de las personas que conforman la comunidad en la que nos encontramos. Es importante saber cómo nos ven y cómo les parece que debemos trabajar y seguir caminando hacia la inclusión y la mejora de la calidad de vida de las personas con necesidades de apoyo.
Al mismo tiempo, incorporamos nuevas formas de aprender como la metodología TEACHH, el modelo de intervención estratégico-humanista, el material para el aprendizaje de las matemáticas “Numicom”, aplicaciones como el “Pictodroid” o nuevos espacios como una sala de descanso. Asimismo, incluimos en el programa de salud actuaciones específicas para la desensibilización de las intervenciones sanitarias, ya que nuestro alumnado en muchas ocasiones no lo tiene fácil para acceder al sistema sanitario en igualdad de condiciones.
El año que termina también supuso para el colegio un tiempo de cambios y despedidas, de profesorado y especialmente de alumnado, en concreto dejaron el centro ocho chicos y chicas que se incorporan a una nueva etapa y a los que les deseamos lo mejor. También nuestro sincero recuerdo para un alumno, un amigo, una persona especial que deja una enorme y hermosa huella en nuestras vidas. Su familia formará siempre parte de la nuestra. Nos quedamos con todos los buenos momentos, que fueron muchos, y continuaremos trabajando con ilusión para facilitar el futuro a las personas con diversidad funcional y sus familias. Gracias por enseñarnos cómo hacerlo