El desarrollo sostenible será inclusivo o no será
Publicado el 23-12-2016
Dice la Real Academia de la lengua, que el desarrollo es (en lo que a las personas se refiere) la evolución de la economía hacia mejores niveles de vida, y el diccionario más usado hoy en día, la Wikipedia, dice que el desarrollo (humano) es la conclusión de capacidades que permitan a las instituciones y personas ser protagonistas de su bienestar. E incluso si le hacemos concretar más, y seguimos leyendo nos dice que el desarrollo rural es el desarrollo humano y económico en el medio rural. Es curioso que la wiki concretando en lo rural sea más amplio que nuestro diccionario, el que organiza nuestra lengua y con ella una buena parte de nuestro pensamiento, y que centra la mirada única y exclusivamente en la economía.
En nuestras reflexiones internas (en Edes les llamamos supras, y son momentos para el análisis y el crecimiento), para nosotros la economía es solo una parte, una dimensión, un indicador del estado personal y de la comunidad, pero no el total por el que se define. De hecho según el modelo de Calidad de Vida que nos gusta manejar en Fundación Edes a la hora de evaluar nuestros proyectos, y que es el modelo propuesto por Schalock, habría ocho dimensiones centrales que constituyen una vida de calidad: bienestar emocional, bienestar físico, desarrollo personal, autodeterminación, relaciones interpersonales, inclusión social, derechos y bienestar material. Quizá por eso podríamos plantearnos algunas dudas como por ejemplo, por qué se queda tan corto nuestro diccionario, el que organiza nuestra lengua, qué pretende que entendamos por mejores niveles de vida…
Pero seamos constructivos, y para ello mejor quedarse con la wiki, que además nos habla también de desarrollo sostenible, definiéndolo como el fortalecimiento de capacidades en las poblaciones más vulnerables para la generación de oportunidades para crecer por ellas mismas, y dejar atrás la situación de pobreza en la que se encuentran.
Y aquí es donde en Edes son sentimos cómodos, porque compartimos esta perspectiva e intentamos convertirla en acción, en el colectivo de personas con diversidad funcional al que nos debemos y por el que nos desvelamos cada día. Creemos que ese es nuestro fin, potenciar capacidades y generar oportunidades para que las personas puedan ser más autónomas, para que puedan poner en práctica sus estrategias y crecer por ellas mismas y para que puedan dejar atrás la situación de pobreza, económica, pero también social, interrelacional, de expectativas o personal a la que se ven a menudo avocadas.
Y porque creemos en el desarrollo rural y sostenible, en el desarrollo de nuestros pueblos, en todas sus dimensiones y de todos y cada uno de sus colectivos, agricultores y ganaderos, pescadores, maestros, cocineros… y entre ellas personas con discapacidad y personas sin ella, jóvenes y mayores… porque ese desarrollo sostenible será inclusivo o no será.