Laura Julieta Riopedre, franquina de 24 años, se enamoró hace cinco años de Fundación Edes y el trabajo que desarrolla en la comarca occidental. Tras realizar un ciclo formativo en Integración Social no dudó en escoger a la entidad tapiega para realizar su periodo de prácticas formativas. Desde entonces ha mantenido contacto con Edes, donde ahora colabora como voluntaria del programa de Ocio y Tiempo Libre.
-¿Por qué escogiste Edes para tus prácticas?
-Al ser de La Caridad me quedaba cerca, pero no lo dudé por la buena fama y referencias que tenía de Edes. Me pasó una cosa curiosa y es que cuando comenté en el ciclo que quería hacer aquí las prácticas me dijeron “Uf, pero es que ahí son muy exigentes, tienes que tener cuidado”. La experiencia en la Fundación fue genial, me rompió los esquemas y desde entonces estoy enamorada del trabajo que se hace en la entidad.
-Después de las prácticas y de trabajar unos meses en las actividades extraescolares que organiza Fundación te animaste a hacerte voluntaria ¿Qué tiene de bueno la experiencia?
-A la gente que estudia temas vinculados a la educación, como es mi caso, le sirve para coger experiencia laboral y soltura. En Edes te enseñan una manera diferente de hacer las cosas y el aprendizaje es enorme. Después, a nivel emocional, es una experiencia que te enriquece como persona y, en general, a todos los niveles.
-En tu círculo de amigos ¿entienden tu decisión de hacerte voluntaria?
-Alguna vez tienes que escuchar expresiones tipo “anda que no te quita tiempo”. Como pasamos la semana sujetos a horarios, creen que el fin de semana es para desconectar y entienden que hacerte voluntaria es seguir igual. Se quedan con esa idea y les cuesta entender lo que te mueve, el sentido real de lo que haces. No obstante, creo que cuando cuentas la experiencia y lo que vives aquí les da envidia.
-En las salidas de ocio ¿cómo es la reacción de la gente de la calle?
-Me sorprende mucho cómo reaccionan, por cómo te observan y analizan. Cuando empecé pensé que no sería para tanto, pero la verdad es que la gente te mira y también se acercan y hacen comentarios como si la otra persona no estuviera delante, cosas del tipo de “pobrecito” o “¡qué pena!”. Nosotros tratamos de escapar de la situación de la manera más educada posible, pero la verdad es que hay comentarios muy poco afortunados. Son situaciones contra las que hay que seguir luchando.
-¿Qué papel juega Edes en la comarca?
-Un papel fundamental y muy necesario. Creo que desde las zonas urbanas no se comprenden las dificultades a las que se enfrenta la entidad por la dispersión geográfica o las dificultades del transporte. Me parece fundamental el trabajo que hace Fundación directamente con las personas, pero también la labor que desempeña tratando de cambiar la sociedad y que sea más justa.