Continuación de la entrevista en junio a Manolo Lebredo, Equipo Genuine de la Unión Deportiva Castros  

¿Qué crees que pueden aportar las personas con discapacidad al club?  

Lo primero que observo cuando empezamos a trabajar entrenando con nuestro grupo es el cambio de mentalidad de muchas personas del entorno del club y dentro del mismo. 

Para nosotros, como entrenadores, suponía coger un equipo y aplicar una serie de entrenamientos adaptados a su nivel, pero con la misma metodología en cuanto al aprendizaje que cualquier otro de los equipos del Club. 

Enseguida nos damos cuenta de que estos entrenamientos ellos lo viven de una forma muy distinta a la que lo hacen el resto de jugadores del club. 

En primer lugar, la honestidad y la limpieza en la mentalidad en el momento de disputar el balón, de competir entre ellos mismos en los entrenamientos y de aceptar toda la serie de instrucciones para realizar las tareas y para dominar la técnica. Hay un momento en el que se les pide a dos de las personas que escojan un equipo cada uno para jugar un partidillo de entrenamiento. Curiosamente empiezan a escoger, no a los mejores jugadores, a los que más posibilidades tenían de ganar ese partidillo, sino que eligen a los que más afinidad tienen con ellos, luego ya disputarán el pardillo. 

Otro detalle. Al igual que los demás equipos del club, se les facilita una equipación con su nombre y dorsal personalizado en la camiseta y, aun así, preguntan sí esa camiseta se la pueden llevar a casa. Responden con un abrazo. 

Hay muchos ejemplos de cómo ven con otros ojos y otra mentalidad, mucho más limpia el mismo deporte que a nosotros se nos va oscureciendo. Y nos hacen reflexionar de qué manera tan sencilla se puede disfrutar de este deporte divirtiéndose con los amigos. 

Creo que la empatía que emana nuestro equipo genuino ha calado profundamente en el club y lo demuestra el hecho de que en la competición que se disputó en Gijón nuestro equipo genuine tuvo el apoyo más numeroso de aficionados de todo el evento. 

La conclusión podemos resumirla en el hecho de que pensamos que íbamos a trabajar por la inclusión de unas personas con discapacidad intelectual y curiosamente somos nosotros los que tenemos que darles las gracias por el ejemplo que nos han dado con su comportamiento, compromiso, motivación e ilusión. 

Cómo entrenador siento, no solo orgullo por poder entrenarlos, sino que considero un auténtico privilegio compartir una serie de experiencias vitales que han enriquecido nuestros principios y relativizan esa obsesión constante de ganar a toda costa. 

Podemos resumir diciendo que nos han regalado momentos de felicidad. 

¿Recomendarías a otros clubs a crear un equipo genuine? 

Recomendaría hacer más equipos "Genuine" incluso aunque no compitiesen sólo por el hecho de entrenar y de poder disfrutar con ellos compartiendo experiencias merece la pena hacerlo. 

Además, el trabajo de toda la sociedad por la inclusión de personas con discapacidad necesita muchos más apoyos y desde luego que, con el fútbol de escaparate, podemos darle una gran visibilidad si nos lo proponemos.