Nuestro estilo de vida y nuestra alimentación están influyendo negativamente en nuestra salud. No se puede obviar que  los alimentos que nos llevamos a la boca son los materiales con los que construimos nuestro cuerpo y que  además influyen en nuestra mente y comportamiento. El cuerpo nos pide que elijamos materiales de calidad, para así disponer de una construcción fuerte con la que hacer frente a las exigencias de la vida diaria. Por eso es tan importante revisar lo que estamos comiendo, pues, lo que en principio parece sano, puede estar lleno de tóxicos. Y eso es precisamente lo que Clara Pérez, enfermera del Área Sanitaria I, nos expuso a través de una charla titulada “Cocinando  salud” celebrada el 11 de junio. Abusamos de sustancias perjudiciales para nuestra salud, como son los alimentos  refinados (azúcar, harinas, sal). Estamos rodeados/as de productos procesados, con sus conservantes, saborizantes, colorantes, etc, y de productos que supuestamente son naturales, pero a los que se les aplican sustancias químicas para modificar su forma, acelerar su crecimiento, protegerlos de plagas y otras modificaciones que afectan a nuestro  organismo y aumentan el riesgo de padecer patologías muy comunes en nuestros días. Por todo ello, necesitamos  tener presente que hay formas saludables de alimentarse, que requieren un cambio en nuestras costumbres, pero que  nos permiten construir un cuerpo fuerte, resistente, sano.