Número 41
Publicado el 18-03-2013
La última sesión estuvo dedicada al desarrollo de herramientas que permitan a los padres y madres mejorar la autoestima de sus hijos.
El año pasado las sesiones de la Escuela de Familias se centraron en tratar el tema de la “Identidad y mejora de la autoestima” y abordaron la importancia que supone una buena autoestima en la vida de todas las personas.
Comenzamos tratando la mejora de la autoestima en los padres y madres, ya que trabajándola en uno mismo, será más sencillo transmitir seguridad y una valoración positiva a nuestros hijos-as.
El 14 de febrero se celebró una nueva sesión de nuestra Escuela de Familias, dedicada a seguir conociendo cómo influye la calidad de interacción con los hijos-as para que estos desarrollen una valoración adecuada sobre sí mismos. Todas las personas necesitamos sentirnos aceptadas, queridas, valoradas y respetadas por nuestras familias
para desarrollar una buena autoestima.
Para que esta valoración sea adecuada es necesario que aprendan a reconocer y aceptar tanto sus potencialidades y virtudes como sus limitaciones. Esto les ayudará a desarrollar su equilibrio emocional.
El desarrollo de la autoestima está influenciado, entre otros factores, por las interacciones que mantenemos desde la primera infancia con padres, madres y hermanos, con otros familiares, con profesores, o amigos.
El modo en que estas personas nos hablan, el tipo de palabras que utilizan al hablarnos, el modo en que nos miran, el nivel de confianza que tienen estas personas sobre nuestras capacidades…Todo esto genera en nosotros una idea de cómo somos en función de cómo somos vistos por los demás. Las personas con discapacidad se enfrentan a lo largo de su vida a diferentes situaciones negativas, por eso debemos tener en cuenta este aspecto y trabajarlo.
Para fomentar el desarrollo de la autoestima en nuestros-as hijos-as podemos aprender a utilizar la técnica del lenguaje positivo y motivador, ya sea verbal, paraverbal o gestual.
Consiste básicamente en fijarse en lo positivo que tienen, en sus esfuerzos, progresos y contribuciones y reconocérselo para que sepan que su actuación es adecuada y valorada por nosotros.
Para usar el lenguaje positivo con naturalidad y espontaneidad es conveniente que dediquemos diariamente un tiempo sólo para interaccionar con nuestros-as hijos – sin hacer otras cosas a la vez–, ya sea para jugar con ellos, hablar o hacer juntos alguna tarea. Es más fácil que nuestros hijos nos escuchen si les dedicamos un tiempo para
ellos y si antes les comentamos también las cosas que hacen bien y no solo los aspectos a mejorar. Esto les ayudará a “no tener que ponerse a la defensiva” y a percibir que lo que les tenemos que decir recoge aspectos positivos y no solo reproches.
En definitiva, es preciso tener en cuenta que los hijos necesitan sentirse valorados, aceptados, respetados y queridos para aceptar mejor sus conductas y para reconducir los errores que puedan cometer. De este modo, irán incrementando su seguridad personal, su confianza en sí mismos, su tolerancia a la frustración, y su conocimiento y respeto a las normas y valores que los padres y madres les quieran transmitir.
La próxima sesión de la Escuela de Familias está prevista para el sábado 13 de abril por la mañana.
- RECOMENDACIONES:
- Trata de ser lo más neutro posible: evita hacer valoraciones y/o juicios.
- Utiliza un lenguaje positivo y motivador: decir dos cosas positivas por cada crítica que se haga.
- Dedica un tiempo al día para tus hijos-as, sin hacer otras cosas a la vez.
- Dedícate un tiempo al día para ti.