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Participar en actividades comunitarias: una puerta a la inclusión

Publicado el 09-07-2024

Desde hace años, hemos tratado de crear y consolidar servicios de ocio en el entorno rural y de la comunidad, diseñados para proporcionar apoyos y oportunidades para personas con discapacidad en función de sus intereses. Estas iniciativas, han permitido compartir espacios, conocer a nuevas personas y aprender de nuevas experiencias. 

Llega el momento de animar a todas las personas a participar cada vez más, en actividades comunitarias que sean inclusivas. Estas actividades representan una excelente oportunidad para que todas las personas, con o sin discapacidad intelectual, disfruten, aprendan y crezcan juntas.  

Las actividades comunitarias en asociaciones, clubs, actividades municipales… son espacios ideales para hacer nuevas amistades y divertirse, porque las personas disfrutamos más cuando estamos rodeadas de otras personas, y el acto de caminar, jugar o aprender juntas, ayuda a construir lazos fuertes y duraderos. 

La participación en actividades inclusivas permite aprender nuevas habilidades y desarrollar talentos, por ejemplo, mejorar las habilidades sociales al interactuar con diversas personas. Esto es beneficioso tanto para las personas con discapacidad intelectual como para aquellas sin discapacidad, fomentando un entorno de mutuo aprendizaje y crecimiento personal. 

Al participar en actividades inclusivas, se aprende a valorar la diversidad y esto conduce al respeto a todas las personas, independientemente de sus capacidades. Se promueve un ambiente de igualdad y comprensión, en ambas direcciones, esencial para una comunidad saludable. La experiencia nos demuestra que, aunque los resultados no sean tan rápidos como a veces las personas necesitan, hay muchas personas comprometidas con la inclusión y los efectos a largo plazo son muy positivos. 

Por ello es crucial que las familias animen a sus miembros a participar en estas actividades. Su ánimo y su apoyo son esenciales para que las personas se sientan motivadas y seguras. Acompañar a los familiares al principio de manera presencial o emocional, participar juntos, puede ser de gran ayuda para guiarles en situaciones que puedan resultarles en un principio complicadas. Esto no solo fortalecerá el vínculo familiar, sino que también mostrará a otras personas el potencial de la inclusión. 

Llevar a las nuevas generaciones a actividades inclusivas es una excelente manera de ayudarlas a crecer en un entorno diverso y respetuoso. Son experiencias que generan valiosos aprendizajes para la vida, proporcionan alegría y amistades valiosas. Al crecer, ellos y ellas, construirán una comunidad más avanzada, donde todas las personas se sientan valoradas y apreciadas. 

 

Por todo ello, participar en actividades comunitarias inclusivas será fundamental para conocerse mejor y crear una comunidad inclusiva. En Fundación Edes, creemos firmemente en el poder de la inclusión para transformar vidas y fortalecer comunidades, por eso invitamos a todas las personas a unirse en este viaje hacia una sociedad más inclusiva y comprometida. ¡Juntas podemos hacer la diferencia!