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“Ni Ramón ni yo vivimos sin Edes; él está feliz aquí”

Publicado el 12-07-2013


Hilda Vásquez es la madre de Manuel Ramón Vega y además, desde hace unos meses, preside la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio Edes. Tuvo un parto gemelar sin complicaciones pero a los siete meses comenzó a notar que uno de sus bebés no evolucionaba bien. Esta madre luchadora y valiente peregrinó por diversos especialistas, combatiendo diagnósticos erróneos como el de la ceguera, hasta que por fin logró que los médicos confirmaran sus sospechas y reconocieran la discapacidad de su hijo. Hace cuatro años que acude al colegio Edes y su madre no puede estar más feliz porque, dice, por fin su hijo ha encontrado un lugar con espacio para él.

-¿Qué sentiste cuando se confirmaron tus sospechas sobre la discapacidad de Ramón?
-La cabeza se te vuelve un lío y afrontas que tu vida va a cambiar. Pero yo nunca me he acobardado y llevo a Ramón a donde haga falta.

-En los primeros años de escuela Ramón acude al colegio Gregorio Sanz de Ribadeo ¿cómo recuerdas esa etapa?
-Mi hijo no tenía espacio allí. No me quejo del trato, al contrario, si estoy aquí es gracias a ellos. Llegué de la mano de una cuidadora que se llamaba Violeta y que fue mi hada madrina. Ella fue lo mejor que le pudo pasar a Ramón y me fue metiendo poco a poco en Edes. Me hablaba del centro, de sus jardines, de la huerta…y empecé a imaginar
Edes como un jardín del Edén. Al principio no estaba convencida porque yo no quería separar a Ramón de su hermano, pero ahora sé que mi hijo está donde tenía que estar y de alguna manera siento como que Asturias me ha adoptado. Soy una madre compartida entre Asturias y Galicia, donde vivimos.

-¿Cómo fue la primera visita a Edes?
-Sentí que ya no era un lugar extraño, lo traía idealizado. Aún así vine muy asustada porque suponía sacar a mi hijo de mi entorno, pero al llegar vi muchas caras que me inspiraron cariño y que me trataron desde el primer día como si me conocieran de siempre. Nunca se me olvidará el primer día. Ahora ni Ramón ni yo vivimos sin Edes. Él está feliz aquí y ha aprendido a ser más independiente, a defenderse y a hablar mejor.

-¿Qué le dirías a esos padres que temen llevar a su hijo a un colegio de educación especial?
-Que no duden, que se informen y pregunten, pero que no se rindan. Los niños no son felices hasta que no encuentran un personal de calidad y humanidad, capacitado para tratar sus problemas. Estoy muy contenta aquí porque mi hijo lo está.

-¿Cómo lleva su hermano gemelo la discapacidad de Ramón?
-Juan Manuel se siente impotente y con rabia. No lo entiende y me dice que lo llevemos a un médico para que se ponga bien de una vez.

-Y tú ¿Cómo ves su futuro?
-Pienso mucho en ello. Lo que hago es luchar y vivir cada día, que es diferente. Lo único que quiero es que Ramón se defienda y que entienda su entorno.

-Como presidenta de la AMPA y ante los recortes que aplican los gobiernos en materia social ¿qué le diría a los políticos?
-Les diría que dejen a un lado el egoísmo y se acerquen a la gente que de verdad lo necesita. A las fundaciones que como Edes están dando el todo a cambio de nada para hacer felices a personas con discapacidad, que también son ciudadanos y forman parte de la sociedad.