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Pedagogía Verde en Edes

Publicado el 16-10-2019

Durante el curso pasado, buscando recursos para realizar nuevas actividades en el entorno y aprovechar mejor los numerosos espacios naturales de nuestro alrededor, contactamos con la Pedagogía Verde y la persona que acuñó este concepto en nuestro país, Heike Freire. Profundizamos con ella en una Jornada de formación que tuvo lugar en la Fundación Edes el pasado 14 de septiembre. ¿Qué es la Pedagogía Verde? ¿Por qué comenzamos a hablar de esto como algo diferencial? ¿Por qué es muy interesante que las familias conozcan los beneficios del contacto con la naturaleza?

Desde una perspectiva humanista de la educación, la infancia necesita que les acompañemos y ayudemos a crecer de forma saludable, respetando sus necesidades, emociones y deseos. La Pedagogía Verde parte de esta perspectiva pero además afirma que el ser humano, y por tanto la infancia, necesita irremediablemente que esto se produzca junto a la Naturaleza. No podemos renunciar a ella, alejarnos, convertirla en algo separado de la sociedad. Esto tiene consecuencias terribles para el desarrollo de las personas y del planeta.

Crecer de forma saludable se refiere al desarrollo corporal, emocional, social, intelectual y espiritual. Todo es igual de importante y para todos estos aspectos del desarrollo necesitamos la interacción con el medio natural.

La cultura y las costumbres actuales nos están alejando de la Naturaleza. ¡Quién no tiene recuerdos felices de vivencias en la infancia al aire libre! Experiencias, relaciones, juegos, superación de miedos, emociones, aprendizajes… Pero sin embargo, cada vez alejamos más de estas vivencias a la infancia de hoy en día. Sin darnos cuenta, sin pensar en lo importantes que son, en la huella que dejan para la vida.  Pasar tiempo en la Naturaleza les ayuda a reducir tensión, aporta tranquilidad y favorece la atención, aumenta la alegría, el entusiasmo y favorece el aprendizaje.

Desde la familia y la escuela se pueden tomar muchas iniciativas que aportan mucho más de lo que puede parecer. No se trata de conocer la fauna y flora, se trata en primer lugar y sobre todo de Sentir. Favorecer el contacto, el juego y el respeto por la Naturaleza puede realizarse de muchas formas:

  • Favorecer el juego al aire libre, en zonas verdes. Cada día un poquito es suficiente.
  • Pasear por espacios verdes, tocar, oler y saborear como parte del paseo, incluso aunque llueva o haga frío (con prendas y calzado adecuado cada estación es necesaria vivirla)
  • Pasear descalza por la hierba, arena, sobre hojas, o tierra.
  • Plantar árboles, plantas, flores a las que podemos cuidar. Recoger setas.
  • Hacer refugios o cabañas al aire libre, con diferentes materiales.
  • Ofrecer experiencias sensoriales con objetos y texturas naturales (arena, agua, piedras, hojas, palos, corteza de árbol, hierba, plumas, madera, etc). Dejar que se manchen
  • Fomentar la observación y el contacto con animales desde el respeto, pequeños y grandes (insectos, aves, anfibios, mascotas,…).
  • Reciclar los residuos orgánicos en un compostero, utilizando el abono en plantas o jardines
  • Construir comederos o bebederos para pájaros, que puedes colocar en las ventanas o en algún árbol.

Y por supuesto, todo ello, asegurando que supondrán buenos momentos, que trasmitimos seguridad y confianza en la tierra, los fenómenos atmosféricos, los animales y las plantas. Acompañarles para vencer miedos y dejarles asumir riesgos, asegurando que se sienten queridos y que estamos a su lado para acompañarlos mientras crecen aprendiendo.